Como otros muchos dulces andaluces, la leche frita forma parte de la categoría llamada “frutas de sartén”. Son porciones de masa fritas como los pestiños, los gañotes, los buñuelos o las torrijas .
Su origen se remonta a la cocina de Al Andalus y permanece en nuestro recetario tras la expulsión de los moriscos gracias a la repostería conventual.
Era costumbre en la Edad media que algunas damas ingresaran en los conventos y llevaran con ellas a sus sirvientes musulmanas convertidas al cristianismo.
Las recetas aprendidas en sus hogares pasaron a formar de esta manera de la dulcería de los conventos de clausura, en los que aún se siguen elaborando.
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 150 gramos de azúcar
- Piel de limón
- Canela
- 75 gramos de harina
- 75 gramos de maicena
- Huevo batido
- Aceite de oliva
Preparación
Poner la leche con la piel de limón y la canela a hervir. Aparte, mezclar el azúcar, la maicena, la harina e incorporar la mitad de la leche, disolverlo y agregar el resto de la leche.
Dar un hervor moviéndolo para evitar que se agarre. Extender sobre una placa engrasada con mantequilla espolvoreada con azúcar lustre, untar la superficie con mantequilla y dejar enfriar.
Cortar la masa en rectángulos, pasar por harina, huevo batido, y freír en el aceite caliente. Escurrirlas bien y servir con el azúcar y canela ó espolvorear con azúcar lustre.