Ingredientes
- Un pollo troceado para freír (en trozos pequeños ya que pueden quedar crudos por dentro)
- Ocho dientes de ajo
- Perejil picado
- Una cucharada de orégano
- Una cucharada de pimentón dulce
- ½ litro de vino blanco suave
- Sal
- Aceite
- Harina de freír
Preparación
Limpiar muy bien los trozos de pollo y ponerlos en una fuente honda. Salarlos.
Pelar y picar los dientes de ajo. Ponerlos en un bol y añadirle el orégano, el perejil, el pimentón y el vino. Mezclar bien y echar sobre el pollo.
Debe macerar en este adobo al menos 12 horas por lo que es mejor hacerlo de un día para otro.
Escurrir el pollo sobre papel absorbente, pasar los trozos por harina y freírlos en abundante aceite de oliva hasta que estén dorados y crujientes.
Secar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Se puede consumir inmediatamente, caliente o en frío si queremos llevarlo al campo, a la playa o alguna comida al aire libre.