El kumquat es una fruta exótica o tropical popularmente conocida con el nombre de naranja enana. Pertenece al grupo de los cítricos, siendo la especie más pequeña de este género y el único cuya cáscara o piel es comestible.
Su sabor puede llamar mucho la atención de personas que nunca antes lo han comido, ya que mientras su cáscara presenta un sabor dulce ligeramente ácido, su pulpa es algo más amarga.
Es originario China donde lo conocieron los misioneros portugueses que lo introdujeron en Europa, primero como planta ornamental y posteriormente como especie comestible, empezándose su cultivo con este fin en el siglo XIX.
Hoy los principales focos de cultivo fuera del Lejano Oriente son el sur de los Estados Unidos (California, Tejas y Florida), algunos países de la cuenca Mediterránea (en especial Grecia), Brasil, Colombia, Surinam, Argentina, Guatemala, Australia y Sudáfrica.
Algunas de sus variedades se pueden consumir como fruta fresca, en otras la pulpa es demasiado ácida y hay que prepararla en confituras o compotas. El kumquat en almíbar es un postre típico de la cocina de Hong Kong
Es muy popular en la cocina oriental en la que se prepara también como encurtidos, sean ácidos —conservados en una mezcla de vinagre y salmuera durante unas 8 semanas— o dulces, en una base líquida de vinagre, almíbar, clavo de olor (Syzygium aromaticum) y canela (Cinnamomum verum).
Sus propiedades son muy beneficiosas para la salud ya que contienen mucha vitamina C por lo que se le han atribuido propiedades medicinales para calmar los dolores de garganta y la tos.
Ingredientes
1 kilo de naranjas kumquat
1 limón (la piel y el zumo)
300 gramos de azúcar
300 mililitros de agua
1 palo de canela
1 anís estrellado
Preparación
Pinchamos las naranjas para que no se abran.
Hacemos un almíbar con el agua, el azúcar, el palo de canela, el anís, la piel y el zumo del limón durante 15 minutos.
Añadimos las naranjas y ponemos a fuego muy lento durante 15 minutos. Al día siguiente repetimos la operación, pero durante 10 minutos, y así tres días consecutivos.
Lo envasamos en un tarro de cristal con su almíbar.
Hay otra opción: sacar las naranjas del almíbar y dejar secar al aire, o en el horno a 70 grados por espacio de 2 horas, y una vez secas pasarlas por azúcar.