INGREDIENTES
- 1 tomate
- ½ pimiento verde
- ½ pimiento rojo
- ¼ de cebolla
- 1 diente de ajo
- 3 remolachas cocidas
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de vino de Jerez
- Sal
PREPARACIÓN
En el vaso de una batidora se echan el ajo, la cebolla, los pimientos, el tomate y la remolacha. Se tritura todo y se añade la sal y el vinagre. Al final como si fuera mayonesa se vierte el aceite, como un vaso más o menos. Cuando se vea que el gazpacho está triturado y emulsionado, si es necesario porque haya quedado muy espeso, se puede añadir un poco de agua. Se pasa por un colador o un chino para que quede una crema suave.
Se sirve en una copa o en un cuenco con una brocheta de queso fresco.
EL ORIGEN
Curiosamente en su origen, el gazpacho no llevaba verduras, se componía simplemente de pan remojado, agua, aceite y vinagre, añadiéndose a veces ajo o almendras. Este tipo de gazpacho se consumía en el siglo VIII en España en el territorio de Al Ándalus.
El gazpacho es un plato de la dieta mediterránea declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Sin embargo, la referencia más concreta de lo que hoy es el gazpacho nos remite al siglo XVI, cuando el tomate y el pimiento procedentes de América se incorporan al mismo. El gazpacho contenía todo lo preciso para alimentar a los trabajadores entregados a las más duras labores. Este plato tiene raíces muy antiguas, siendo sus ingredientes reconocidos en recetarios romanos e incluso la Biblia.