El primer número del código de los huevos indica la forma en la que fueron criadas las gallinas. Las dos letras siguientes indican el país en el que han sido producidos y el resto de números pertenecen al código de identificación del productor.
Sistemas de producción de huevos
Existen varias formas de cría de gallinas ponedoras: en jaula, en suelo, camperas y ecológicas. Según la Asociación Española de Productores de Huevos, los sistemas de producción varían mucho entre los países de la Unión Europea: en España y Polonia predomina la producción en jaula acondicionada mientras que en Holanda y Alemania el sistema prioritario es el suelo. En conjunto, algo más de la mitad de la producción en toda la Unión Europea es en jaula, por lo que las normativas de bienestar animal al respecto afectan a una cantidad considerable de gallinas ponedoras.
Nuestro país se sitúa entre el tercer y cuarto puesto – según el año- como productor de huevos en la Unión Europea, con 48 millones de gallinas – censo del año 2016- y una puesta de unos mil millones de docenas de huevos anuales.
Código 0: gallinas ecológicas
Si queremos consumir huevos procedentes de gallinas criadas en las condiciones más dignas y además apoyar la producción ecológica, debemos buscar huevos con el código 0, que significa que provienen de gallinas libres y alimentadas a base de piensos ecológicos.
Código 1: gallinas camperas
El número 1 indica la proveniencia de gallinas camperas: al igual que las ecológicas, pueden salir al exterior a picotear o escarbar en la tierra, la única diferencia con las anteriores es que el pienso en el que se basa su alimentación no es ecológico.
Código 2: gallinas criadas en suelo
Este tipo de explotación se organiza de modo que las gallinas están libres en el suelo, pero en el interior de una nave y sin salida al exterior.
Código 3: gallinas criadas en jaula
Como ya hemos dicho, este sistema productivo es el que predomina en muchos países como el nuestro.
La legislación de la Unión Europea, a través de una directiva comunitaria de 1999 y que es obligatoria desde 2012, prohibió las jaulas individuales y obligó a aumentar el espacio para cada gallina dentro de la jaula de 550 a 750 centímetros cuadrados.