El pasado sábado 6 de noviembre, el Almirez ha visitado Código de Barra en su actual emplazamiento de la calle San Francisco.
Es un local como se llevan ahora minimalista pero poniendo en valor los elementos de construcción antiguos con los que cuenta el local, arcos, piedras ostioneras y demás elementos.
Tiene al entrar un vestíbulo y un gran reservado, después un comedor dividido en dos por una bodega climatizada y al fondo una gran cocina donde Léon Griffioen realiza cada día su magia de alquimista.
Se puede elegir entre dos menús, uno corto de nueve pases y uno largo de doce pases. Nosotras elegimos el corto por razones evidentes.
Léon ha elaborado un menú totalmente gaditano, adaptado a su imaginación. Por ejemplo: las tortillas de camarones, la mojama, el candiè, la sobrehùsa, las poleà. Todo típico de Cádiz pero con una vuelta de modernidad.
Muy original y muy exquisito, sabes lo que estás comiendo pero si no te lo avisaran sería difícil reconocerlo.
Tienen una bodega muy bien surtida dirigida por la sumellier Paqui Duran.
Un servicio muy bien documentado sobre las historias de Cádiz y sumamente eficiente.
En resumen una experiencia nueva y muy gratificante.
Gracias a Léon y a su equipo por sus atenciones.