Las habichuelas o judías no son necesarias ponerlas en remojo la noche anterior, a no ser que la receta lo especifique (caso de la fabada), basta con darles un primer hervor y tirar ese agua, después volveremos a ponerlas en agua fría. Así conseguiremos que se digieran mejor aunque pierden parte de sus vitaminas.
Las habichuelas para que no se despellejen deben estar cubiertas de agua durante toda la cocción y si hay que añadirle mas agua debe ser fría. No se deben salar hasta el final para que no se endurezcan.
Los garbanzos hay que ponerlos en remojo la noche anterior y enjuagarlos para usarlos. Si la cocción se interrumpe bruscamente pueden encallarse (endurecerse), por eso si es necesario añadir agua que sea siempre caliente. La sal también debe añadirse al final de la cocción.