El pasado lunes 2 de Octubre, en el Restaurante Arsenio Maníla, tuvimos el taller de pasta fresca impartido por Pilar Acuaviva, autora del Blog TUBAL, y Antonia Moreno, de Puerto Real.
Para hacer la pasta fresca casera lo mejor es que tengamos una seria de utensilios y una maquina con lo que estiraremos y cortaremos la pasta fresca (si no disponemos de ella, se puede estirar con un rodillo, aunque lógicamente será mas fácil hacerlo con la máquina). En cualquier caso, es necesario trabajar la masa sobre una superficie de madera, espolvoreada de harina, ya que es lo mejor para amasar y trabajarla.
La máquina es de acero inoxidable y fácil de encontrar en el mercado. Facilita la elaboración de las distintas pastas que queramos hacer, permitiendo cortarlas en diferentes presentaciones: espaguetis, fetuchinis, tagliatines, lasaña, raviolis, etc. Consta de dos rodillos por el que se pasa la pasta, con una rueda de ajuste de 9 posiciones, que permite elegir desde un máximo a un mínimo de apertura de los rodillos, según se quiera el grosor de las láminas de pasta (el ancho que se le quiera dar).
Un adelanto de la tarde tan agradable y productiva que pasamos ayer en el taller de pasta organizado por Pilar Acquaviva Alegre y Antonia Moreno en Arsenio Manila.
Publicada por Grupo gastronómico El Almirez en Martes, 3 de octubre de 2017
Los ingredientes de la pasta son muy sencillos:
- harina
- agua
- huevo (según gusto)
En este taller no empleamos el huevo. En la mesa de madera hicimos un volcán, añadiendo el agua para ir amasando hasta que estuvo muy bien mezcladas. Le dimos forma de bola , envolviéndola en papel film y dejando reposar 30 minutos. Pasado el tiempo, dividimos la bola en dos partes y pasamos a extender cada una de ella, bien con el rodillo, bien pasándolas por la máquina (si se usa la máquina, hay que ir cambiando el nº en la rueda de ajuste, haciendo pasar las láminas hasta conseguir el grosor que queramos).
Para hacer espaguetis, fetuchinis, tagliatines, pasamos la lámina por la máquina con el rodillo correspondiente y una vez salgan se dejan secar colgados en una percha para que se seque. Se pueden guardar en un frasco de cristal. Si se van a utilizar en el momento, no es necesario secarlas, simplemente espolvorear con harina para que no se peguen. Al ser pasta fresca, se cuecen en agua hirviendo con sal, en pocos minutos.
También se hacen raviolis y otras pastas con distintas formas y rellenos que nos gusten o con los que queramos sorprender.
El taller se completó haciendo pastas de varios colores, hecho que nos sorprendió y encantó. Para ello, se utilizan los colorantes naturales, preferentemente, como por ejemplo, cúrcuma, pimentón, remolacha, espinacas o tinta de calamar (esta última fue la utilizada en el broche final del taller, logrando una pasta muy vistosa)
El taller resultó muy agradable, ilustrativo y productivo.
Queremos agradecer a Raúl, del restaurante Arsenio Manila, que nos dejara su local para hacer el taller y, por supuesto, a Pilar Tubal y a Antonia Moreno su disponibilidad, su buen hacer y su amor por la gastronomía que les hace compartir sus grandes conocimientos.
En resumen, una tarde magnífica con “la pasta fresca”.