Ya hacía tiempo que teníamos ganas de visitar Vejer. Este pueblo siempre ha sido bonito pero ahora esta precioso y muy de moda.
Queríamos conocer el patrimonio cultural del pueblo, algunos de sus productos además de comer bien ¡claro!
Este fue el programa
- 9 h desayuno Venta Pinto ( opcional desayunar, pero es el lugar de quedada)
- 10.15 Visita Suralgas, Cañada Ancha nave 19, Vejer
- Visita ganadería de Eduardo Mongar en Patría
- Almuerzo en el Restaurante Valvatida de Vejer
- Paseo guiado por Vejer
Empezamos el día como Dios manda, con un buen desayuno a base de pan de pueblo y lomo en manteca colorá de La Venta Pinto. Este fue el lugar de quedada y allí nos reunimos:
- Lola López de La Fritada
- Viky Miller de Dircover Sherry con su amiga Nieves
- Pilar Rodríguez Rubio encargada de Turismo del Ayuntamiento de Rota y bloguera de Aprendiendo a Cocinar
- María Luisa Ucero – encargada de Las Tertulias Gastronómicas del Ateneo- e Isabel del Blog Cocinando al Potopó
- Charo Barrios y su marido del blog Come en Casa
- Francisco Arriaza del blog Yo en el campo tu en la cocina
- Y las chicas de El Almirez: Pepi, Encarna, Merche y Ángela
Empresa Suralgas
En primer lugar fuimos a las nuevas instalaciones de Suralgas en Cañada Ancha
Suralgas es la única empresa dedicada al tratamiento y comercialización de las algas en Andalucía .Se creó en 2008 en una nave cercana al Puente Suazo de San Fernando y desde septiembre de 2015 ha empezado a funcionar en Vejer. Las algas se recogen en San Fernando y Chiclana en las orillas del caño de Sanctipetri aunque ya tienen solicitadas nuevas zonas de recolección en el Barrio Jarana
Consuelo nos explicó todo el proceso del tratamiento y envasado de las algas
Cuando llegan a la nave las algas se pesan y se hace su trazabilidad: zona de recogida y viabilidad.
Las especies que se recogen en nuestras aguas para el consumo son:
- Ogonori, el carrasquillo en Cádiz de sabor intenso ya que nace en el fondo de los esteros
- Aonori, pelillo en Cádiz, con filamentos largos como tallarines. Es apta para wok y cocina asiática
- Ramallo (solo estacional)
- Lechuga de mar
Además también se comercializa el espárrago de mar o sapina, conocido como almajo o Salicornia.
Se pasa después a la fase de manipulación, limpiado y sedimentación en tanques de agua depurada y convertida por su ph y adicción de sal en agua de mar. Posteriormente se vuelven a enjuagar y se seleccionan una por una apartando las rotas que se dedicaran a especias. Ya seleccionadas se vuelve a realizar una segunda depuración en cestos gigantes. Se pasa por último a la fase de embasado en bandejas con esponjas para absorber la humedad que son termo selladas.
Las algas se comercializan en tres formatos:
- Frescas
- En salazón
- Con sal o especias (polvo de algas)
Fábrica de cerveza ecológica Besaro
La siguiente visita fue a la fábrica de cervezas Besaro (antiguo nombre de Vejer), la única ecológica de la provincia. Es una cerveza artesanal, tipo Pale Ale con un sabor suave, un toque floral y carbónica, que tiene 4,8º de alcohol.
Ricardo Torres nos explicó que usa para su elaboración sólo malta ecológica de cebada de primera calidad, lúpulo, levadura y agua del manantial de Santa Lucía.
El proceso de fabricación consta de tres fases: maceración y cocción con añadido de lúpulo; fermentación con añadido de levaduras no pasteurizadas en proporción de 200g por 600l a una temperatura de 20-22º. Las levaduras convierten el azúcar en alcohol; y tras la decantación y añadido de azúcar de caña par producir carbónico natural el embotellamiento donde se produce la segunda fermentación.
La empresa realiza seis cocciones al mes que producen 3.600l. Se presentan en el mercado en tres tamaños 1/3, 75cl y barril de 30l.
Para la etiqueta han contado con el trabajo realizado por el diseñador australiano afincado en Vejer, Michael Stratton. En ella se puede ver en color azul una vista aérea de la zona de La Janda y las letras “Besaro” y “Pale Ale” en color rojo, así como “La Janda” en negro.
Ganadería Hermanos Mongar
Por últimos visitamos la ganadería Hermanos Mongar especializada en la cría de ternera de la Janda.
La ternera de la Janda que se cría en el campo alimentándose de pastos naturales, es un cruce entre la raza retinta y limousine o charoláis. El cruce mejora la calidad de la carne ya que al buen sabor que tiene normalmente la raza retinta, se une la terneza que estas dos razas le aportan
Uno de los carniceros que se ha implicado con fuerza en la comercialización de esta ternera es Paco Melero, de la carnicería Melero de Vejer.
Paco nos sorprendió con su “Tarta cochina” realizada con chacinas, tocino de jamón y lomo en manteca. Estas tartas que se realizan por encargo están teniendo mucho éxito por su calidad y originalidad
Comida en Valvatida
Valvatida es un coqueto restaurante situado en el centro de Vejer que regenta Jesús Recio, alumno de la escuela de Hostelería de Cádiz. Su cocina es elegante, novedosa sin renunciar a la sabiduría culinaria tradicional. Una de sus principales logros es incorporar a sus recetas los productos de la zona y de la provincia: ternera de la Janda quesos de la sierra, atún rojo de almadraba, verduras de vejer y conil, algas….
Ya por la tarde Gema MENA García Concejala de Comercio se unió al grupo y vimos algunas joyas del patrimonio de este maravilloso pueblo: Convento de las Concepcionistas y Museo de Tradiciones Populares.
En el centro del recinto amurallado que protegía la ciudad se encuentra el castillo de Vejer situado en la parte más alta del pueblo. Fue construido por los árabes en el siglo XI, pasando a ser propiedad de los Duques de Medina Sidonia hasta el siglo XIX en que por herencia paso al Marqués de Martorell que lo vendió a un particular que lo reformó totalmente para convertirlo en vivienda, aunque se conserva casi íntegro el patio de armas al que se accede mediante un bonito arco de herradura.
Fue declarado monumento nacional en 1991
El Convento de las Hermanas Concepcionistas es el único vestigio del original Convento de Ntra. Sra. de la Concepción fundado por D. Juan de Amaya en 1552 para enterramiento propio y de su mujer. Iglesia de las denominadas de cajón, pudiéndose destacar su portada principal de estilo renacentista, la cúpula esférica erigida sobre la capilla Mayor y las Criptas abovedadas de los fundadores.
A su lado se encuentra la calle más emblemática de la ciudad, el Arco de las Monjas, consistente en una sucesión de contrafuertes que sustenta el muro lateral, dichos contrafuertes fueron colocados como consecuencia del terremoto del Siglo XVIII.
Actualmente el edificio alberga el Museo Municipal de Costumbres y Tradiciones de Vejer
El Museo Municipal de Tradiciones y Costumbres de Vejer, ubicado en el Convento de las Monjas Concepcionistas, acoge una muestra expositiva de los modos de vida de los vejeriegos del siglo pasado: aperos y enseres relacionados con las labores del campo y antiguos oficios. el tradicional traje de “cobijá”, la artesanía, las Hazas de suerte, la evolución de las antiguas chozas de paja castañuela o las tradiciones relacionadas con la matanza de cerdo..
El cobijado es el traje típico de la mujer vejeriega. Parece que el origen de esta peculiar vestidura es castellano, pues se asemeja mucho a la utilizada por la mujeres castellanas de los siglos XVI y XVII, llamado también “traje de manto y saya”. Aunque, sin duda, por su uso prolongado en el tiempo y su similitud da más que pensar que se trate de una de las muchas enraizadas costumbres derivadas del Islam que prevalecieron en Vejer durante siglos.La indumentaria era totalmente negra, constaba de una falda suelta que caía hasta los pies, un manto que es una de las enaguas vuelta hacia arriba, de gran amplitud que, subiendo desde la cintura por la espalda cubría todo el busto, la cabeza y, sujeto por la mujer con las manos, le cubría el rostro, dejando tan solo un ojo a la vista,
Para rematar la fiesta fuimos a la heladería “El Mastrén” de J. Francisco Melero a probar su nueva creación: Cobicchoc. Es un helado a la crema de sabor a galleta que lleva una cobertura de chocolate con la forma de la famosa escultura homenaje a la cobijada de Vejer.
Y asi terminamos nuestra visita, cuando el sol se ponía sobre las casitas blancas de Vejer. Habíamos pasado un día estupendo lleno de risas. Comimos bien, conocimos mas productos excelentes de nuestra provincia y disfrutamos con su patrimonio cultural. ¿Que mas se puede pedir?