Habíamos esperado esta visita con mucha ilusión. En la red, hace semanas, se cruzaban nuestros mensajes y correos: el itinerario, en ascuas hasta ultima hora para dejarlo todo bien atado; los consejos : zapatos cómodos, ropa de abrigo porque en la sierra ,ya se sabe, de noche refresca; avisos sobre el clima: parece que va a llover llevaros el paraguas; las reservas de hotel, la distribución de los coches, las horas de quedada – desayunamos juntos o vamos desayunados de casa?. Preguntas y mas preguntas: quien quiere pan de telera? donde comprar cubiletes?, se puede comprar queso? y aceite? …… En fin miles de detalles que reflejan las ganas que teníamos de hacer esta excursión y de pasar unos días juntos en uno de los pueblos mas hermosos de nuestra provincia.
Contábamos con dos guías de excepción deseosas de enseñárnoslo todo: María Luisa Ucero e Isabel Sánchez, amigas, blogueras y grazalemeñas de adopción, que habían preparado un completo programa, un todo incluido donde tenía cabida paisajes, gentes, cultura, productos y gastronomía.
Nuestra visita a Grazalema en imágenes con Maria Luisa Ucero , Lola López y Antonio ReyesMúsica "Este precioso momento" The Tams – This Precious Moment
Publicada por Grupo gastronómico El Almirez en Sábado, 6 de mayo de 2017
Y empezamos por su paisaje , sus gentes y su cultura porque de verdad que nos fuimos enamoradas de todo lo que vimos. Del Asomadero un balcón de puertas abiertas que recibe a los visitantes como se exhibe lo mejor de cada casa; de sus sierras abruptas y grises cubiertas en sus laderas umbrías de pinsapos, ese árbol de cuento de hada que es un recuerdo vivo de otras eras y que nos hacen reflexionar sobre lo poco que somos en esta casa redonda que es nuestro planeta; del Puerto de Las Palomas, el lugar mas alto de nuestra provincia y torre mirador natural desde la que contemplar los pueblos, ríos y pantanos de este paisaje que como un Belén gigante se extendía a nuestros pies ….
Y no me olvido de sus monumentos que conviven en perfecta armonía con su blanca arquitectura popular. La plaza del ayuntamiento con entrañables macetas de geranios en sus balcones ( una nota de ternura en este cruel mundo de la política) , de la iglesia de la Aurora ( construida entre 1769-1800) con su sobria fachada de sillares de piedra , entre neoclásica y barroca que engrandece la plaza central de la localidad y es recuerdo permanente de las penas sufridas por el pueblo en la terrible guerra civil ; de la parroquia de la Encarnación – donde comienza la calzada medieval – en la que se conservan restos del pasado musulmán destruido o reformado tras la reconquista de la villa en 1485 ; de la ermita del Calvario, del blanco deslumbrante de sus casas una y mil veces encaladas por Pascua ; de lo limpio que esta el pueblo, de sus flores por todas partes , de sus calles con piedras lavadas por días y días de lluvia, de sus casas con tejas rojas a dos aguas y de sus chimeneas…..
Un pueblo precioso al que dan vida sus gentes, alegres, acogedoras y hospitalarias. Tuvimos ocasión de conocer a Charo y Mari- grazalemeñas Mari , Charo de Villaluenga- dos nuevas amigas desde ahora que se desvivieron por hacernos agradable nuestra estancia en su pueblo. Charo una activa empresaria del queso, pura energía, amante de los buenos usos y tradiciones que lleva a la práctica en su fábrica y comprometida con su pueblo. Y Mari, alegre, vivaracha, divertida y siempre dispuesta a hacernos un favor.
Como ocurre en toda nuestra Andalucía la cultura esta presente hasta en el ultimo rinconcito del pueblo mas pequeño. En este caso Villaluenga, el pueblo mas alto y uno de los mas pequeños de nuestra provincia, alberga un gran tesoro literario: la casa en la que vivió Pedro Pérez Clotet, escritor y poeta de la Generación del 27 convertida en la actualidad en Centro de Interpretación de la Literatura por uno de sus hijos.
Dejando aparte su interés antropológico ya que conserva la distribución, los muebles y el ajuar de una casa solariega de principios del XX, la vivienda da cobijo a una interesante colección de cartas de poeta con lo mas señero de la generación –Miguel Hernández, Alberti, Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda o Pedro Salinas, además de los originales de la revista literaria gaditana Isla, fundada por Pérez Clotet en 1932.
Quién lo iba a imaginar ¡en el pueblo más pequeño de nuestra provincia! La afirmación de María Luisa Ucero es totalmente cierta: tenemos una provincia para comérsela pero a aplausos y besos.
A Villaluenga le dedicamos una jornada completa. Había mucho que ver y que probar. Ya hablaremos de sus exquisiteces gastronómicas.
Aunque poblada ya desde el Paleolítico por la existencia de innumerables cuevas en sus sierras, el origen de Villaluenga es musulmán apreciable todavía en el trazado laberíntico de sus calle herencia de los arrabales moriscos. Tras la reconquista (1485) por Rodrigo Ponce de León ya Marqués de Cádiz, duque de Arcos y Marqués de Zahara fue la capital del señorío de las siete villas (Benaocaz, Grazalema, Ubrique, Archite, Cardela y Aznalmara, además de Villaluenga).
Nos pareció de una enorme belleza romántica la Iglesia de El Salvador, destruida por las tropas napoleónicas, cuyas ruinas albergan en la actualidad el cementerio. De gran interés es también su plaza de toro, la mas antigua de la provincia (hay referencias a ella en textos de 1792). Se asienta sobre la piedra de la Sierra del Caillo y es de forma octogonal al uso de las plazas de toro más antiguas.
Y hablaríamos de muchos más rincones y detalles : del árbol del amor con su tronco florecido, de la tenería casi destruida que por casualidad descubrimos, de los largos paseos por sus cuestas, del aire benefactor y reconstituyente de su sierra, de sus ovejas merinas y cabras payoyas de los llanos del Republicano. En fin creo que como decía aquel famoso tango tendremos que volver, volver y volver.