Dejando atrás la Ría de Vigo, nos dirigimos en esta etapa (de unos 18 km) a Pontevedra, la “Boa Vila”. Nada más dejar Redondela, nos cruzamos con la capilla de Santa Mariña y su fachada barroca. Sin duda uno de los momentos más significativos de esta etapa lo ofrece el cruce del Ponte Sampaio, sobre el río Verdugo.
Durante la etapa, como en días anteriores, vamos disfrutando de numerosos hórreos.
Posteriormente, se cruzan varias parroquias, como la de Santa Comba de Bértola, que da paso a un reconfortante tramo de eucaliptos, castaños y robles. Tras la capilla de Santa Marta, que data del año 1617, se nos anuncia por fin Pontevedra, capital del Camino Portugués en España, con sus calles porticadas y sus casas labradas en piedra, así como con preciosas iglesias, entre las que debe destacarse el Santuario de la Virgen Peregrina, construido en 1778 para albergar a la patrona de la ciudad y con planta en forma de vieira.
Visita obligada merece todo su centro histórico, con plazas como las de Ferrería o la de Teucro. Para terminar cenando en alguna de las abundantes tabernas, donde tapear comida tradicional gallega: empanada, lacón, pimientos del padrón, pulpo, mejillones, navajas, berberechos, zamburiñas, raxo, zorza, etc.